Entonces, para decirlo en palabras sencillas (sabemos que están muy ocupados exterminando a la población de un país): Están atacando a toda la humanidad, Valientes Soldados de Dios. No podemos dormir bien, tomar un vaso de agua, besar a nuestros hijos cada maldito día sin tener en cuenta su horror. No estamos bajo su fuego, afortunadamente, pero… ¡Qué enorme herida están haciendo a la humanidad toda, asesinos sicópatas!
Señalan tener el sagrado derecho a convertir hogares en agujeros, mientras el resto del mundo tenemos que aceptarlo. De otra manera, unos molestos diplomáticos israelitas, grandes cadenas de medios y personas poderosas nos condenan, llaman a nuestros gobernantes simpatizantes del terrorismo e incluso, para barrer con los más escépticos difunden mentira. En el caso de Chile, llegamos a titulares como: “Hamás celebra la decisión del presidente de Chile de llamar a consulta a su embajador en Israel”.
El dolor nos contrae, persistente cada día ante los hechos sin misericordia que estamos presenciando, por no poder nada para detenerles.
Ni una gota de sangre en común se necesita para empatizar con aquellas familias que sólo aguardan la próxima bomba al interior de una iglesia, de un hospital, de una escuela, tomados de sus manos.
La humanidad toda les está mirando chicos, no intenten reformular mis sentimientos. Porque, aunque antes sus ojos el resto no seamos más que humanos animales, sacamos nuestras propias conclusiones.
Hasta ahora han resultado ser una organización global criminal – con etiqueta y privilegios de Estado- enemiga del legítimo Estado de Palestina, a la vez que nuestro silencio e inacción desde su “origen”, no ha hecho más que hacer crecer vuestro apetito y crueldad.
Nada les importa el clamor de millones por un cese al fuego, ustedes son los santos aquí. Decimos algo distinto y ya, al verse acorralados, juegan su vieja carta, les estamos atacando por ser judíos, víctimas.
Sin embargo, en la desesperación de hacer algo al respecto, hemos aprendido acerca de la amorosa comunidad judía contraria a vuestros trucos, a vuestros vacíos reclamos. Estamos aprendiendo acerca de cómo utiliza el Estado de Israel a sus propios habitantes, a sus redes de apoyo, sacando provecho sinvergüenza a sus creencias, a su fe.
Sí, aquí vivimos en paz, tenemos nuestros propios problemas y deudas con nuestros pueblos, también les hemos fallado. Pero ustedes chicos, han sobrepasado todo límite, lo saben. Por esa razón uno de sus blancos predilectos es la prensa. Y ahora -porque son tan jodidamente especiales- han decidido masacrar también a sus familias. En menos de un mes, han asesinado a treinta y cuatro reporteras y reporteros, sumado al menos a tres de sus familias completas… Completas. Tiemblo al escribir.
Aquí tenemos paz, sí. Sin embargo, no se siente tan así, las cosas están cambiando. ¿Recuerdan cuánto libros se venden con el rótulo Empatía, cuántas charlas TED han de existir, cuántos serán los artículos en HBR? Bueno, está funcionando. Y cuando empatizamos, atención, duele profundamente, porque te pones en el lugar de otra persona ¿Cierto?
Entonces, para decirlo en palabras sencillas (sabemos que están muy ocupados exterminando la población de un país): Están atacando a toda la humanidad, Valientes Soldados de Dios.
No podemos dormir bien, tomar un vaso de agua, besar a nuestros hijos cada maldito día sin tener en cuenta su horror. No estamos bajo su fuego, afortunadamente, pero… ¡Qué enorme herida están haciendo a la humanidad, asesinos sicópatas!
¿Qué les pasa? Mi forma de ver es ésta, les considero personas, entonces no me puedo explicar por qué hacen esto contra otros seres humanos impunemente, no existe organización multilateral capaz de frenarles, es más, van a estrecharles un abrazo a casa para proceder con la revancha ilimitada y al voleo: “Ups, toca pasar por encima de unos miles de civiles para alcanzar a los terroristas que se nos ha informado están debajo en unos túneles, al parecer”.
Somos lo mismo, somos las mujeres embarazadas que bombardean, somos los miles de heridos y muertos bajo los escombros, miro a mis hijos en cada niña y niños que veo ¡en pedazos!, nuestras manos son las suyas tomadas, sucias, temblorosas, hasta el momento en que aterriza la muerte que les envían desde Israel. Somos por todo el mundo las personas que ustedes denominan “hijos de la oscuridad”.
Les estamos mirando chicos y donde antes quedaban dudas, ya hemos entendido. Sabemos que un día “personas de luz” como Ustedes, vendrán por nosotros también, tal vez por que necesiten agua, gas, bosques, comida, tal vez van a necesitar un nuevo hogar, y Ustedes ¡Por favor! No tienen que ser amables, son los elegidos. Entonces, esos simpáticos perros robot de que fabrican en Boston Dynamics les serán muy prácticos. ¿Por qué la tendencia es esa verdad? Sin costos humanos para ustedes. ¡Brillante!
Durante las últimas ocho décadas han estado ocupados tomando su lugar allá, borrando del mapa a Palestina.
¿Mientras nosotros? Bueno, así son las cosas, tenemos que seguir en lo nuestro, enfocados en nuestros objetivos, KPI´s, produciendo como siempre, porque: “Tú sabes, es sólo otra guerra en una zona históricamente conflictiva”. ¡UNA GUERRA!
¿Qué es realmente?
UN GENOCIDIO.
Un agujero donde solía existir un país, un hueco en nuestros corazones, un dolor indecible por no hacer nada, nada por ellos. Somos completamente inútiles.
¿Qué hemos logrado marchando por la paz en cada rincón del mundo? Nada.
Ah no espera, que saquen su vieja carta, claro…
Pueden apropiarse de todas sus tierras. Matarles una por una.
Más de la mitad no fue suficiente para legitimarse como país cuando pudieron parar ¿Verdad?
¿Por qué un pedazo, una mitad, si son tan especiales, no es así?
Pudieron brindar un lugar seguro a su pueblo, les han fallado. Este 7 de octubre, es ustedes si me permiten.
Bueno, tenemos que continuar con nuestras vidas, como si fuera un día normal, enfocados.
¿Qué sigue? Nada, por un rato la nada.
Luego, sangre por donde miremos: “Si quieres algo, dispárale a su dueño, así de simple”. “¡Como en Israel hermano!”
Bueno… Esta es la nueva forma en que funciona el mundo, tal vez ya funciona un poco así para muchos y no nos habíamos dado cuenta, ciegos.
Pero… ya saben, hay que echar los problemas a un lado, no ser tan dramáticas, no perder el enfoque, la concentración en lo que nos toca. Así son las cosas, así es la vida.
Disfruta el momento y sigue jugando…
NOTA: Ya había escrito esta columna en inglés ayer. Sin embargo, poco antes de traducirla, apareció en redes sociales la invitación de la Embajada de Israel en Chile a una muestra audiovisual de los crímenes perpetrados por Hamás el 7 de octubre recién pasado. La dejaré aquí también para que puedas conocerla.