La única manera de que no les gane Evelyn es que asuman que fracasaron nuevamente en sus cálculos y pronósticos, bajen sus candidaturas lo antes posible -porque ya no insistan, qué pena, no van a despegar-; pidan perdón por lo que han hecho a espaldas e incluso en contra de las personas que han creído y colaborado con ustedes; condenen y expulsen de sus partidos a quienes han sido denunciados por propiciar acciones criminales en democracia, por corrupción, así como también a militantes y simpatizantes vinculados con el narcotráfico.
Deconstrúyanse de una vez o sucederá, les ganará Evelyn Matthei.
Quedan once días y estos vendrían siendo los mínimos comunes que les toca atender a la centro izquierda para salvar el merecido 2% de confianza que les va quedando. Como no es cero, todavía -créame- podrían darlo vuelta a la chilena, a lo Súper Campeones, en el último segundo; haciendo por una vez en años las cosas de manera distinta.
Se lo deben a Chile y si no actúan pronto, va a ser tarde para re pactar, se van a ir para la casa de manera definitiva a partir de las próximas semanas, no solo ustedes, se aproxima una catástrofe para los partidos políticos tradicionales sin precedentes, de izquierda a derecha.
Las elecciones del 15 y 16 de mayo serán el primer capítulo del penoso destino que se construyeron a punta de machismo, ceguera, acomodo e inercia.
Dentro del amplio espectro de la ciudadanía que se identifica(ba) o simpatiza(ba) con el proyecto social de la centro izquierda no falta talento ni preparación ni compromiso, abundan. Por ello, no se escuchó ni en sus peores momentos justificaciones como las habituales e impresentables de este gobierno: “Estamos aprendiendo”. Entre paréntesis, así fue como descubrimos que la derecha no sabía que al gobierno se llega a gobernar, no a practicar.
Señoras y señores políticos de la centro izquierda, dense cuenta, llegó el momento de salir del camino con algo de dignidad, para dar paso a esas personas que han soportado sus triunfos electorales. Es el turno de ellas y ellos, de las personas preparadas, decentes, que han comenzado de igual manera a salir -varias de ellas con miedo y nerviosismo, pero con valentía- para decir “Basta, no quiero seguir siendo cómplice silencioso, lo advertí cuántas veces, puse los datos, hice los análisis, prendí las alertas, hice lo correcto y me cansé de repetirlo. Ahora quiero ser parte del país que merecemos, al menos del intento”.
Les apedrean por estar o haber estado junto a ustedes, claro que sí, da igual, porque no son ustedes. Tienen que insistir, porque cuando toque sentarse a conversar, exponer los argumentos, serán escuchados y a las personas les parecerá razonable, porque han hecho la pega por años. Lo suyo no son los matinales, las puestas en escena, ni las redes sociales. Eso se aprende, se mejora, no es en verdad relevante; lo realmente relevante para la fase que viene es tener una ruta, un diagnóstico, un hacia dónde y un cómo.
Yasna no va a ser su candidata, por más que quieran ahora sacar provecho de su luz propia. Ella es mucho más inteligente que ustedes que no la vieron en todo este tiempo. Ella ya es presidenta, no los necesita y ya hizo su elección; tiene un propósito y una ruta, luego de transitarla si le va bien, con bastante probabilidad podría llegar a ser también presidenta de la República, eso más adelante. Así como podría serlo también Izkia, porque son personas que no van al ritmo de las emociones; conectan con ellas, reflexionan sobre ellas, que no es lo mismo.
Para esta elección presidencial -que ahora sí está por arrancar en serio- Óscar Landerretche es otro al que no están viendo. Al igual que no dimensionaron internamente el potencial de Yasna, de Adriana, de Teresa; por mencionar solo algunos de tantos casos. No ven a estas personas que cuentan con lo necesario para contribuir todavía más a su país.
Bastaría que, escuchando a la sociedad civil, con humildad, asumieran que se les acabaron las oportunidades a los mismos de siempre. Hoy la ciudadanía -que es muchísimo más que un grupo de “nietitas y nietitos” enojados- que se percibe como sujeto político, que se educa, informa y organiza, reconoce la contribución de personas con trayectoria, preparación y vocación, valora el trabajo serio en redes académicas, territoriales o sociales, el liderazgo y la credibilidad de estos actores en sus comunidades. Razones por las cuales el proyecto Paula Narváez, disfrazado de una candidatura diferente, fracasó.
Pasadas las elecciones de los próximos días, se instalará -contra todo intento de lo contrario-, un clima de conversación. Pasaremos de la declaración provocadora a la necesidad de argumentos, de sustancia, de contenido. Ya estamos entrando en ello, por eso desapareció completamente JAK, van quedando en el camino candidaturas como la de Sebastián Sichel, mientras que Evelyn entra arrasando con Joaquín Lavín. Pronto dejaremos de hablar tanto de Pamela, a menos que esté también preparada, como buena lectora de los tiempos, para el cambio de escenario. Mi pronóstico es que la derrota de El Abuelo es el último capítulo.
Entonces, ¿qué esperan? Landerretche, tiene que entrar a participar, sin importar el destino que tenga su intento, no pueden dejarlo fuera, es la mejor carta que tendrán en este juego. Tiene la tarea hecha, más encima, léanla por favor.
Con una opción como la que representa Óscar Landerretche no hay por qué temer a una primaria amplia del sector, al contrario, se generará un debate de nivel, por fin. Escuchando su diagnóstico, sus proyecciones y propuestas, en debates con los demás precandidatos, podremos ponderar por nosotros mismos -electoras y electores- si es realmente el momento de Daniel Jadue, de Pamela Jiles, de Gabriel Boric o el suyo.
¿Permítannos a nosotros discernir quién está realmente -sin la borrachera del Me Gusta- capacitado para liderar un proceso posterior al despertar de Chile, considerando también que estaremos recibiendo la gestión del peor gobierno electo de las últimas décadas y saliendo de una pandemia?
“Si los votantes chilenos continúan haciéndose los lesos con esto y continúan eligiendo representantes sin principios éticos y con poca integridad (…) no vamos a poder reformar e Estado. Al final del día esto es una decisión de los chilenos”. Óscar Landerretche en Diálogos con El Mostrador, 04 de abril 2021.
El próximo presidente debe ser sobre todo un probado conocedor de la complejidad social, un conocedor y administrador de talentos – porque se requerirá armar buenos equipos de profesionales en cada uno de los ámbitos que compete al Estado –. Enfocado en hacer lo que se debe hacer más que en gustar, porque su periodo no se tratará de ella o él sino de la Convención Constituyente, junto a sus equipos debe estar convencido del valor histórico de momento y comprometerse ante todo a proteger ese espacio como lo más importante-.
Debe ser un gobernante habituado a colaborar, justo, íntegro, coherente y honesto respecto a lo posible. Siendo crítico de sus adversarios, debe integrarlos en las soluciones, convencerlos de que aquí nos la jugamos todos. De otra manera no saldremos. Con carácter, reflexivo y disponible a incluir verdaderamente las contribuciones de los sectores que desde el estallido social y durante la pandemia, se han consolidado como actores relevantes y creíbles: colegios profesionales, agrupaciones territoriales, funcionales y sociales, centros de estudios y organizaciones no gubernamentales.
El próximo presidente de Chile tendrá que recibir y levantar una institucionalidad que está en el suelo, que, por dentro, toca todavía revisar cuán dañada quedó y estimar cuánto tiempo tomará restituirla y mejorarla.
Como Yasna ya es presidenta, no es quien los salvará de la extinción, su candidato es en verdad Óscar, en serio.
Aquí el link nuevamente para Diálogos en El Mostrador: Si no tiene mucho tiempo, para ver el programa completo, vaya directo a sus intervenciones minuto 33 hasta el minuto 40 (sobre los empresarios en Chile), minuto 61 al 65 (qué se necesita para reformar el Estado)